- El portavoz y candidato del PSOE a la Alcaldía asegura que el cierre del minizoo es lo mejor, por su elevadísimo coste, porque incumple la ley y socava la imagen de Santander, y garantiza el bienestar de los animales siguiendo las conclusiones del comité de expertos y las indicaciones científicas
- Pensadas para uso y disfrute de santanderinos y visitantes, las piscinas naturales respetarán un espacio que es Bien de Interés Cultural y se enmarcan en el Concurso de Ideas que contempla el Plan Director de la Magdalena, en el que un 70% de los encuestados valora muy mal, mal o regular el minizoo
El candidato del PSOE a la Alcaldía, Daniel Fernández, cerrará el minizoo de La Magdalena y lo transformará en piscinas naturales como espacio de disfrute para santanderinos y visitantes para ganar un nuevo atractivo en un enclave único y privilegiado que “hoy está obsoleto, degradado e infrautilizado”.
Así pretende poner fin a la gran controversia de la legislatura sobre esta instalación, después de que la pandemia pusiera de manifiesto todas las irregularidades en su gestión, las dudas suscitadas sobre el bienestar de los animales, los incumplimientos de la legislación nacional, la falta de formación especializada del personal adscrito, sin proyecto educativo ni medioambiental y un elevadísimo coste de mantenimiento del minizoo, por encima del medio millón de euros anuales.
El propio Fernández ha defendido en varias ocasiones en el Pleno el cierre, pero se ha topado con la oposición de PP, Ciudadanos y VOX, a pesar de que las encuestas del Plan Director de la Magdalena recogieron que un 70% de los santanderinos tienen una valoración muy mala, mala o regular del minizoo.
El PSOE incorpora la propuesta de las piscinas naturales dentro de un programa electoral en el que apuesta con fuerza por una gran transformación urbana, como ya ha mostrado con su proyecto de naturalización de los patios de los colegios. En el caso de las piscinas, plantea una intervención sostenible y respetuosa con el entorno.
Los socialistas destacan que es técnicamente sencillo, tendrá un coste muy inferior al minizoo y una rentabilidad muy superior. Un proyecto de modernización y europeo, que mejorará las zonas verdes circundantes y habilitará zonas cómodas para tomar el sol, entradas cómodas al agua con la instalación de pasarelas de madera o escalinatas para el baño, para nadar con plena seguridad y con vigilantes en la temporada de verano.
La propuesta se inspira en las actuaciones que han realizado otras ciudades costeras — y pueblos del interior que han puesto en valor el curso de los ríos– que han actuado en el mismo sentido. En Cantabria, ponen como ejemplo los antiguos viveros de langosta en Quejo (Arnuero), que se adecuaron para el baño en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente.